Según el tipo de material o elemento que provoquen las obturaciones, estas se pueden clasificar en:
FÍSICAS: Producidas bien por materias físicas (arenas, limos, arcillas) u orgánicas (algas, bacterias, fitoplancton) que lleva el agua de riego en suspensión, denominadas obturaciones internas, o bien por materiales que acceden al interior de los emisores desde el exterior, llamadas obturaciones externas.
QUÍMICAS: Provocadas por la precipitación en el interior de la instalación de sustancias que traspasan los filtros disueltas en el agua de riego, o de sustancias fertilizantes que se incorporan a ella.
BIOLÓGICAS: Debidas a organismos, como algas raíces de malas hierbas, insectos, microorganismos, etc., que se encuentran en el agua de riego o que acceden desde el exterior y que se desarrollan dentro de la instalación hasta ocasionar los problemas.
Este sitio web utiliza cookies que nos permiten ofrecer mejor nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios aceptas el uso que hacemos de las cookies.AcceptarLeer más