La elección del modelo de filtro, así como la determinación del momento para la limpieza, se hace en función de las pérdidas de carga que produce. Un filtro de malla limpio debe presentar, para su caudal de funcionamiento, unas pérdidas de varga del orden de 2 m.c.a. y se debe proceder a la limpieza del mismo cuando las pérdidas de carga que se produzcan en la red sean de unos 4-6 m.c.a. Si se permiten mayores pérdidas de carga el filtro pierde eficacia y se puede llegar a romper la malla. Esta cifra de 4-6 m.c.a. es la que hay que tener en cuenta enb el cálculo de la instalación (bombas, etc.).
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