Un césped nuevo de reciente implantación requiere riegos frecuentes y poco copiosos, y en un césped consolidado los riegos pueden darse mas copiosos (mayor duración) y menos frecuentes.
Como norma general, un césped implantado en un suelo de textura franca, en una zona de climatología continental (frío en invierno y calor en verano) y que tiene unas necesidades hídricas máximas de 6/6 l/m2/día en los meses de julio y agosto, requiere de las siguientes frecuencias según época del año.
Invierno:
Solo riegos de apoyo o mantenimiento cada 20-25 días, si la lluvia no es suficiente o el césped muestra necesidad.
Primavera:
En los meses de marzo, abril y mayo se darán los riegos en días alternos.
Verano:
Los meses de junio, julio y agosto requieren riego diario, aumentando el tiempo de riego según se incrementa el calor.
Otoño:
El mes de Septiembre, sobre todo en la primera quincena de Septiembre, requiere normalmente riegos con la misma frecuencia que el mes de junio.
En el resto de los meses de otoño, se regará con frecuencia de dos veces por semana e interrumpiendo los mismos según la frecuencia de lluvias otoñales.
ÉPOCA: MAYO-SEPTIEMBRE:
Se prolonga o adelanta en función de:
* Heladas.
* Pisoteo.
* Golpes de calor.
* Capacidad de retención del suelo.
Aumentar la frecuencia implica:
* Descenso en el crecimiento.
* Desarrollo superficial de raíces.
* Debilidad general de la planta.
* Mayor sensibilidad a cambios climáticos.
* Descenso de la calidad del cultivo.
Momento del riego:
Verano: Para evitar la evaporación regar por la noche o a primera hora de la mañana.
Primavera-Otoño: En las horas centrales siempre y cuando la radiación solar no sea excesiva.
Riegos antiheladas: Antes de la bajada de temperaturas.