El riego en instalaciones deportivas, va a ir siempre condicionado a que por un lado sea 100% efectivo; es decir que su aporte de agua sea lo mas uniforme posible en cada metro cuadrado de superficie regable, y por otro a que todos sus elementos , sean los menos posibles (dentro de unas recomendaciones), pasen inadvertidos y no interfieran en nada al juego que se desarrolla en su entorno.
Todos estos condicionantes van a ser los que van a determinar el tipo de material a emplear, dado que la superficie a la que van destinadas, siempre se moverá en unas medidas mas o menos estandarizadas.
Existen varios diseños hidráulicos de replanteo y número de aspersores en cada uno de ellos, esta variedad va a venir dada en cada caso, por unos razonamientos del cliente final que siempre serán escuchados y tenidos en cuenta. Algunas de estas orientaciones y criterios por parte del cliente pueden ser:
– Introducir el menor número de aspersores en el centro del campo.
– Trazar las redes hidráulicas interiores perpendiculares a los laterales, al objeto de canalizarlas en el mismo sentido del sistema de calefacción.